Alimentos que ayudan a nuestro cerebro

A partir de los 30 años, nuestro cerebro pierde alrededor de 1.000 neuronas diarias y, a medida que la edad avanza, funciones como la memoria, la comprensión, la capacidad para expresarse o la empatía pueden verse disminuidas. Nutrientes, vitaminas y aminoácidos son esenciales para mantenerlo vigoroso y en forma. Por ejemplo, se sabe que la grasa insaturada Omega 3 y Omega 6, que encontramos en el aceite de oliva, el pescado y los frutos secos, protege las células.

Del mismo modo, la colina que contienen el brócoli y la coliflor ayuda a estimular el crecimiento de nuevas células y conexiones cerebrales. Algunos expertos consideran que consumir una pequeña ración de estas hortalizas, que también son ricas en vitamina K, es una de las maneras más efectivas de mejorar la capacidad cerebral.
Otro alimento “mágico” para nuestro cerebro son las nueces, por su gran cantidad de ácidos grasos omega-3, que potencian el flujo de oxígeno y de los nutrientes esenciales a través de los vasos sanguíneos. Lo mismo sucede con una especie de origen oriental, la cúrcuma, que el Centro de Investigación del Alzheimer de la Universidad de California ha descubierto recientemente y que ayuda a reducir el desarrollo de esta enfermedad, protegiéndolo de las inflamaciones. Y es que la curcumina inhibe la acumulación de amiloide beta destructivo en el cerebro, siendo capaz de romper las placas de este péptido tan dañino.

Diversas investigaciones también han demostrado los beneficios del té verde para la conectividad eléctrica del cerebro y la mejora de las funciones cognitivas, previniendo la demencia y la enfermedad de Parkinson. Arándanos, aguacate, yogur, tomates y calabaza completan el rango de alimentos buenos para el cerebro. En sentido contrario, los expertos recomiendan huir del azúcar y los carbohidratos, incluyendo el gluten.

Contra la falta de memoria

Existen alimentos específicos para la mejora de la memoria. Por un lado, aquellos que son ricos en ácidos Omega 3: nueces, aceite y semillas de lino, arenque, caballa, salmón y atún. El consumo de ácido fólico y vitaminas B, en particular B12 Y B6, también protege las células nerviosas, al eliminar un aminoácido tóxico, la homoquistaína. Por su parte, la vitamina B contribuye a la producción de glóbulos rojos que mandan oxígeno al cerebro. Frijoles negros y otras legumbres, soja, cítricos y verduras de hoja son alimentos ricos en estas vitaminas.

Igualmente, el betacaroteno y los antioxidantes, como las vitaminas E y C que contienen el tomate y los frutos rojos, combaten los radicales libres que perjudican las células y mejoran el flujo de oxígeno hacia el cerebro.