11 hábitos sostenibles relacionados con la alimentación
A continuación relacionamos algunos propuestas de hábitos de vida sostenibles que contribuyen a reducir en una pequeña, pero siempre importante parte, el impacto de determinados estilos de vida sobre el medio ambiente:
1. Optar por productos ecológicos
Los productos ecológicos tienen un alto valor biológico. Se procesan tratando de economizar energía y evitando el uso de OMG (organismos modificados genéticamente) y de aditivos químicos perjudiciales para el medio ambiente y la salud, como saborizantes, colorantes, pesticidas y sustancias que influyen en el crecimiento de los animales, entre otros.
2. Optar por el pescado de pesquerías sostenibles
Se entiende como pesca sostenible la que procede de flotas que siguen la normativa europea para evitar la sobreexplotación de las especies y respetar el ecosistema natural.
3. Comprar alimentos de temporada y de proximidad (Km 0)
Las compras de proximidad fomentan la economía local y reducen el impacto medioambiental debido al transporte.
4. Comprar más productos frescos y poco procesados
Nuestro consejo es intentar evitar los pasillos del supermercado donde esté expuesta la bollería, las salsas, los snacks, los refrescos… y decantarse por las zonas donde estén las frutas y verduras, legumbres y pescados.
5. Optar por más alimentos de origen vegetal
Dentro de los alimentos frescos y poco procesados, la ganadería es la causante del 14,5 % de los gases de efecto invernadero. Existen alimentos vegetales que pueden aportarnos los mismos nutrientes y, por tanto, beneficios para nuestro organismo, que los de origen animal.
6. Optar por productos de comercio justo
Los productos de comercio justo se caracterizan por el intercambio comercial basado en el diálogo, la transparencia y el respeto. Buscan una mayor equidad en el comercio internacional y contribuyen al desarrollo sostenible, ofrecen mejores condiciones comerciales y aseguran los derechos de las personas productoras y trabajadoras marginadas.
7. Comprar los productos con menos embalajes y envoltorios
En caso de que sea inevitable que los productos que compremos lleven envoltorios, podemos decantarnos por los que estén fabricados de materiales biodegradables o reutilizables. Dos buenos ejemplos son los envases de cristal o de cartón corrugado, que se fabrica a partir de papel fabricado con fibras de celulosa virgen o reciclada.
8. Planificar la compra antes de salir de casa
Planificando lo que vamos a comprar, evitamos el desperdicio y frecuentemente ahorramos dinero.
9. Comprar a granel
Una buena opción son las tiendas que nos permiten llevar nuestros propios envases para reducir el volumen de residuos y poder elegir la cantidad exacta que queremos comprar.
10. Llevar nuestras propias bolsas
Desde hace años, los comercios están obligados a cobrarnos un importe por las bolsas de plástico que usemos. Esa fue una medida para intentar que llevásemos nuestras propias bolsas de casa, ya sean también de plástico pero reutilizadas, o bolsas de tela u otras fibras. Así, evitamos así el desperdicio innecesario de plástico.
11. Reducir, reutilizar, reciclar
Este último punto va muy vinculado con todos los anteriores. Hemos de tener muy presente la posibilidad de reutilizar o reciclar los materiales una vez acabe la vida útil de un producto.
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